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jueves, 25 de febrero de 2021

José de San Martín

 25 de febrero de 1778, natalicio de José Francisco de San Martín y Matorras



El Libertador General Don José de San Martín.

En el 243º aniversario del natalicio del Libertador, recordamos las importantes celebraciones de febrero de 1878 en el centenario de su nacimiento. 

Avellaneda se encontraba cada día más difícil gobernar con 'la grieta' con el mitrismo resentido y en feroz oposición, es por ello que apeló a honrar la memoria de los héroes de la revolución, lo que generaba gran entusiasmo entre los argentinos, como una inmejorable manera de iniciar el diálogo con la oposición, como un “…esfuerzo para atraer a todos a un terreno común, en el que pudiéramos entendernos y concertarnos por un motivo dado, haciendo cesar siquiera por un momento los disentimientos implacables” es por ello que el 14 de enero 1878 el Presidente de la Nación Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda decretó:

“Considerando que el 25 de febrero entrante se cumplen cien años desde el día en que vino al mundo el brigadier general don José de San Martín, y que el pueblo y el gobierno argentino se hallan en el deber de celebrar el centenario del primer capitán de los ejércitos de la independencia, que con su genio y con su espada contribuyó poderosamente a dar la libertad a tres naciones, fundando su independencia.

Que a fin de dar al pueblo la mayor participación posible en esta fiesta, conviene que ella sea presidida por comisiones numerosas que le impriman un carácter más popular.

El Presidente de la República DECRETA

Art. 1° Declárase feriado para las oficinas públicas de la nación en todo el territorio de la República el día 25 de febrero del presente año, con excepción de la aduana.

Art. 2° Nombrase una Comisión Central en esta ciudad, compuesta de los siguientes ciudadanos: Dr. Miguel Goyena, Dr. Olegario Ojeda, don José M. Estrada, Dr. Aristóbulo del Valle, Dr. Pedro Goyena, Dr. José C. Paz, don Olegario Andrade, Dr. Eduardo Wilde, Dr. Manuel M. Zorrilla, Dr. Dardo Rocha, Dr. Carlos Pellegrini, Dr. Ricardo Gutiérrez, Dr. Manuel A. Montes de Oca, Dr. Wenceslao Pacheco, Dr. José A. Terry, Dr. Emilio Lamarca, Dr. Norberto Quirno Costa, Dr. Ignacio Pirovano, Dr. Luis V. Varela, Dr. Emilio Villafañe, Dr. Manuel Llavallol, Dr. Guillermo White, Dr. Estanislao S. Zeballos, Dr. Bernardo Solveyra, Dr. Aurelio Prado y Rojas, Dr. Héctor Álvarez, Dr. Carlos Salas, Dr. Hugo A. Bunge, Don Carlos Encina, Dr. Lucio V. López, Dr. Roque Sáenz Peña. Secretarios: Dr. Ángel G. Carranza Mármol y don Luis F. Fuentes.

Art. 3° Esta Comisión será presidida por el Dr. Manuel Quintana.

Art. 4° La comisión se subdividirá en subcomisiones para el mejor desempeño de sus funciones.

Queda encargada de organizar una conferencia literaria en honor del general San Martín, así como de proponer al gobierno los demás medios que juzgue oportunos para la celebración del centenario, y promover por el nombramiento de otras comisiones la realización de conferencias análogas en las demás ciudades de la República. El producto de las conferencias se destinará a aumentar los fondos de repatriación que actualmente se recolectan.

Art. 5° Invítese por el Ministerio del Interior a los gobiernos de las provincias, a asociarse en este acto de reconocimiento nacional en la manera que lo hallen conveniente.


Por su parte, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires quiso también tomar parte en la organización de los festejos, a tal fin dictó el 7 de febrero de 1878 una Ordenanza que en sus puntos salientes decía que:

“Art. 1° En las noches de los días 23, 24 y 25 de Febrero, será iluminada extraordinariamente la plaza de la Victoria y los edificios públicos que la circundan y se invitará al vecindario del municipio nacional y extranjero a hacer otro tanto en el frente de sus casas, enarbolando a la vez en estas el pabellón nacional.

Art. 2° La Municipalidad mandará acuñar tres mil medallas de cobre para distribuir al pueblo, conmemorativas del aniversario que se festeja. En el anverso de esta y en se centro irán colocadas las armas de la Ciudad de Buenos Aires, bajo de ellas la fecha “25 de febrero de 1878” y en la circunferencia, la siguiente inscripción: “El Municipio de Buenos Aires al gran capitán de la Independencia de América”. En el reverso irá colocado el busto de D. José de San Martín, orlado por dos ramas de laurel y en la circunferencia este mote: “El Pueblo agradecido, al libertador D. José de San Martín, en su centenario”.

Art. 3° En la noche del día 25 de abrirán los Salones Municipales en honor a los guerreros que contribuyeron con su brazo a la Independencia Argentina y que aún sobreviven: invitándose las autoridades nacionales y provinciales y altos cuerpos del Estado a que concurran igualmente para mayor solemnidad del acto.

Con motivo de la propuesta realizada por la Comisión del Centenario a la Municipalidad de Buenos Aires tendiente a sustituir el nombre de la Plaza de Marte por el de Plaza San Martín, el 15.Feb.1878 esta última consideró justo “honrar a aquel guerrero, dándole también a dicha plaza su nombre, pues que a ella convergen las calles que recuerdan las batallas principales que simbolizan su gloria y la fundación de nuestra Independencia”.

En virtud de ello dictó una Ordenanza por medio de la cual la entonces Plaza de Marte, en la que desde el 13 julio de 1862 estaba emplazada la estatua ecuestre del prócer, pasó a llamarse “Plaza San Martín” tal y como la denominamos en la actualidad.

Por su parte, la Provincia de Buenos Aires adhirió a los festejos, tal es así que el 21 de febrero de 1878 Carlos Casares y Bonifacio Lastra refrendaron un decreto por medio del cual la jornada del 25 se declaró feriada. Además concurrió con la suma de cuarenta mil pesos a los gastos de la celebración, entregando aquellos emolumentos a la Comisión Nacional creada para dicho fin.

A su vez la Comisión del Centenario fue ampliada en sus miembros, ya que a la nómina original se sumaron: Domingo Frías, Delfín Gallo, Nicolás Achával, Miguel Cané, Carlos Guido y Spano, Melchor Rom y Luis Silveyra Olazábal.

Para una mejor organización, se nombró una Comisión Central de Fiestas, que tendría sus sesiones en la calle Cuyo 191/195, compuesta por Jaime Llavallol, Adolfo Bullrich, Bartolomé Mitre y Vedia, Juan Cruz Varela, Eugenio Blanco, Enrique Aberg, Alejandro Paz, José I. Garmendia, Ignacio Oyuela, Guillermo Moores, Germán Elizalde, Eliseo Acevedo y Enrique Lezica, conjuntamente con una Comisión de Marina y otra destinada al arreglo del parque 3 de Febrero.

El 15 de febrero, la Comisión del Centenario publicó un manifiesto invitando al pueblo de la siguiente manera:

“Buenos Aires, la capital histórica de la República Argentina, la grande iniciadora de la emancipación de Sud América, se prepara a festejar dignamente el aniversario del general San Martín.

Los recuerdos que este solo nombre evoca están grabados indeleblemente en nuestra historia, y son un timbre glorioso para los libres de todo el Continente. Con especialidad los argentinos se enorgullecen de honrar esos recuerdos, hallándose a ellos vinculada en el pasado la suerte de la patria.

Hoy que se trata de un público homenaje a la memoria del ínclito varón que la ilustró con sus victorias, debe esperar que la manifestación del júbilo popular no sea perturbada por ningún acto que impida el fiel y exacto cumplimiento del programa general adoptado por esas solemnes fiestas por la Comisión Central de las mismas.

Reine, pues, por todas partes el alborozo, el orden, la confraternidad. Nuestra fiesta patriótica será realmente magnífica, si al concurso que den a su esplendor los ciudadanos, se une el respeto de sí mismo, y a la cooperación de que han menester para el buen desempeño de su cometido, los encargados de dirigirla.

La Comisión del Centenario temería ofender la susceptibilidad de un noble pueblo, insistiendo en la conveniencia de dar honroso ejemplo de moderación y cultura.

La dignidad de los habitantes de Buenos Aires responderá del orden”

Amplio operativo en Yapeyú

Foto: Diario Popular 


En Yapeyú habrá acto sin desfile e ingresarán sólo aquellos con hiso­pado negativo, señaló la jefa comunal Marisol Fagúndez. 


Desde el martes a la tarde, una comitiva de la Presidencia arribó a la localidad, donde se desplegaba un amplio operativo para prepa­rar el arribo del Jefe de Estado y mandata­rios provinciales. “Nos estamos preparando como lo hacemos cada 25 de febrero. Esta fe­cha la vivimos con mucha emoción y en­tusiasmo, este año con un condimento dife­rente”, dijo Fagúndez. “Estamos agradecidos con el Gobernador de que haya elegido Yape­yú para que sea el cen­tro de esta reunión que nos hará ser conocidos en el país”, expresó en la tarde de ayer a este diario la jefa comunal, quien se dio un espacio en la agenda en medio de los preparativos. “Lo importante será vivir el acto como corresponde a San Martín, hacer lle­gar a diferentes lugares del país la grandeza del General y su reconoci­miento”, manifestó.

En lo que respecta a los cuidados contra el coronavirus, la in­tendenta de la Cuna del Libertador señaló: “Nadie de los que ven­gan, de ninguna comi­tiva, ingresará a Yapeyú sin tener su hisopado negativo”.s

Fuentes:

martes, 5 de enero de 2021

Capitán de Navío Hipólito Bouchard

Se cumplen 184 años del fallecimiento del marino francés que adoptó como propia nuestra Patria, siendo el capitán del primer barco con bandera Argentina en dar la vuelta al mundo.






“Hipólito Bouchard nació en la Francia revolucionaria y peleó de muy joven junto a Napoleón contra el imperio británico. 
Fue testigo de la revolución de esclavos en Haití y llegó en 1809 al Río de la Plata. Su destino, siempre estuvo ligado a la lucha por la libertad.

Fue uno de los más temidos y respetados capitanes de Brown y quizás el más osado de los corsarios de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Vivió apenas 56 años y mucho más de la mitad de su vida los pasó con sable y arcabuz en mano. Llevó la bandera Argentina a los mares más remotos de la tierra y contagió los ideales revolucionarios en todo Centroamérica, cuyas banderas homenajean aún hoy a la celeste y blanca que él enarboló ante la opresión española.


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El Capitán de Navío Hipólito Bouchard nació el 15 de enero de 1780 en Bormes-les-Mimosas, cerca de Saint Tropez, al sur de Francia. Es allí donde un busto lo recuerda y se congregan quienes le rinden homenaje.

Su vida en el mar se inició cuando era muy joven, mientras embarcaba en buques pesqueros y mercantes. Su nombre se asoció a combates en tiempos de Napoleón I.

Arribó a Buenos Aires en 1809 y, al producirse la Revolución de Mayo, se inclinó decididamente por su causa.

Por ese entonces, el Gobierno Patrio debió encarar el problema que representaba la falta de poder naval para hacer frente a la escuadra española que dominaba las aguas del Río de la Plata. Fue así que se conformó una pequeña escuadrilla, integrada por tres naves y puesta a las órdenes de Juan Bautista Azopardo.

El cargo de Segundo Comandante de esa fuerza fue asignado a Hipólito Bouchard y el 2 de marzo de 1811, en San Nicolás de los Arroyos, tuvo su bautismo de fuego, al enfrentar la escuadrilla realista del Capitán de Navío Jacinto de Romarate. Los patriotas sufrieron una derrota.

Luego de la acción de San Nicolás, Bouchard tuvo una destacada actuación enfrentando a las naves españolas que bloqueaban Buenos Aires y al mando de la sumaca (1) “Santo Domingo”, las combatió frente a la ciudad en dos encuentros que tuvieron lugar en julio y agosto de 1811.

Bouchard fue uno de los marinos que cumplió un importante papel en las luchas por la Independencia de nuestro país. Entre sus acciones más relevantes se encuentran los asedios a las costas de California y Centroamérica, así como sus combates en las costas peruanas y ecuatorianas.

En abril de 1812 Bouchard ingresó al regimiento de Granaderos a Caballo comandado por José de San Martín. El 3 de febrero de 1813 capturó el estandarte enemigo en la batalla de San Lorenzo, acción que la valió la ciudadanía argentina.

En 1815 el Almirante Guillermo Brown lideró una expedición corsaria para hostigar posiciones españolas en el Pacífico: El Callao (Perú) y Guayaquil (Ecuador). Hipólito Bouchard integró esta expedición al mando de la corbeta Halcón.

Obtuvieron de esta forma algunas conquistas, estas se repartieron en las Islas Galápagos, donde Bouchard tomó el mando de la fragata "Consecuencia", capturada en enero de 1816 en El Callao, con la que retornó a Buenos Aires a través del Cabo de Hornos.

Una vez en Buenos Aires Bouchard contó con el apoyo del armador Vicente Anastasio Echevarría, que equipó su fragata y obtuvo una patente de corso emitida por Juan Martín de Pueyrredón, el Director Supremo de la Provincias Unidas del Río de la Plata.

Obtuvo la patente de corso y el mando de la fragata capturada Consecuencia ahora renombrada “La Argentina”, la cual sería la primera embarcación de pabellón argentino en dar la vuelta al mundo (1817-1819).

La travesía global de Bouchard




La vuelta al mundo a bordo de “La Argentina”, con motivo del 1º aniversario de la declaración de la Independencia, lo llevó a zarpar el 9 de julio de 1817 de la ensenada de Barragán. Durante los dos años que duró la navegación, atravesó las aguas del Atlántico Sur y llegó hasta el Océano Índico, donde recaló el 4 de septiembre de 1817 Bouchard en Tamatave (hoy Toamasina) en la isla de Madagascar. 

Sus primeras acciones fueron impedir el tráfico de esclavos a cargo de tres barcos ingleses y uno francés. La lucha contra la esclavitud estaba prevista en las instrucciones que el Gobierno Patrio le había impartido.

Siguió hacia las islas Filipinas para atacar el comercio que por esos mares efectuaban buques españoles. En noviembre de 1817 la tripulación se vio diezmada por el escorbuto en el estrecho de la Sonda, que separa las islas de Java y Sumatra. En diciembre de 1817 venció en un cruel combate a piratas malayos.

Finalmente llega a las Islas de Filipinas y en enero de 1818 “La Argentina” bloquea durante 2 meses el puerto de Manila. Ocasionó severas pérdidas económicas a los españoles, pues hundió 16 barcos, abordó otros tantos y apresó a más de 400 realistas.





Llegó hasta la latitud de 40º Norte, pero fuertes tormentas le hicieron cambiar el rumbo hacia las Islas Sandwich —como se conocía al archipiélago de Hawaii— en el Océano Pacífico. Allí reconoció, y recuperó a la corbeta argentina “Santa Rosa” su tripulación se había sublevado y vendido la embarcación al Rey Kamehameha I de Hawai, fusiló a los cabecillas y compró nuevamente la corbeta 'Santa Rosa'.  Puso al mando de la corbeta Santa Rosa, a el británico Peter Corney, junto a la "Santa Rosa" y a "La Argentina" atacaron posteriormente Monterrey, en la costa este de México y se apoderaron por unos días del fuerte, durante 6 días la bandera argentina flameó al tope del fuerte en la bahía de Monterrey. Esta acción se recuerda en el muelle de Santa Bárbara, donde se izan 12 banderas que alguna vez flamearon sobre California.

Siguió Nicaragua y allí atacaron El Realejo, su puerto más importante, donde se apoderaron de dos naves españolas y destruyeron otras dos. 
Al cabo de dos años de navegación Bouchard se dirigió a Valparaíso, donde se alistaba la flota patriota. Al entrar al puerto en julio de 1819, el almirante escocés Lord Cochrane —quien comandaba la marina chilena— dispuso su arresto bajo cargos de piratería, Bouchard fue encarcelado y sometido a juicio. Luego de 5 meses de confinamiento fue liberado por un piquete de Granaderos a Caballo liderado por su antiguo camarada de armas Mariano Necochea (otro héroe de la independencia sudamericana).
Bouchard fue exonerado por el tribunal, pero sus naves fueron saqueadas y desarmadas por Lord Cochrane. 
Bouchard renombró a su fragata Consecuencia y en agosto de 1820 transportó al Regimiento de Granaderos a Caballo a la bahía de Paracas en Perú

En 1828 recibió del gobierno peruano la propiedad de una hacienda en San Javier de Nasca, a 450 km. al sur de Lima, en recompensa por los servicios prestados a la Independencia Sudamericana, allí se radicó y bautizó el Ingenio azucarero "La Buena Suerte"

Bouchard perdió la vida el 4 de enero de 1837, asesinado por sus propios esclavos en los ingenios azucareros “La Buena Suerte”

Sus restos fueron encontrados en 1952 y en 1962 fueron en el Crucero también llamado "La Argentina" repatriados, y descansan en el Cementerio de Chacarita en Buenos Aires.


(1) Sumaca: Embarcación de vela, de dos palos y con las bordas poco elevadas, utilizada antiguamente en América del Sur para navegar por aguas poco profundas.

Fuentes: