jueves, 24 de noviembre de 2022

Día del Marino Mercante

Toda Nación que deja hacer por otras una navegación que podría emprender ella misma, disminuye sus fuerzas reales y relativas a favor de sus rivales.

Manuel Belgrano

Correo de Comercio  24 de noviembre de 1810



.
Los OFICIALES DE LA MARINA MERCANTE son profesionales civiles cuyo trabajo específico es ser responsable de la conducción de todo tipo de Buque Mercante de Ultramar y de navegación marítima.

La Real Escuela de Náutica es el Primer Instituto de Enseñanza Superior dedicado a las ciencias exactas que se erigió en el Río de la Plata. Su creación fue aprobada durante el Virreinato por el Real Consulado de Industria y Comercio de la Ciudad de Buenos Aires el 30 de marzo, de 1.799, a iniciativa de quien luego fuera General de la patria Don Manuel Belgrano, el que se desempeñaba en ese entonces como Secretario de Industria y comercio y redactó el primer reglamento y entre otras cosas establecía que parte de las vacantes debían otorgarse a indios y huérfanos .

Escribe Manuel Belgrano en el Correo de Comercio: la salud y la conservación de un estado exigen que no se dejen jamás entrar a los extranjeros en concurrencia con sus navegadores en la exportación de sus producciones, ni en la importación de las mercaderías de que no hay necesidad

Los cursos se iniciaron el 25 de noviembre de 1.799.

De sus aulas salieron ilustres hombres como Bernardino Rivadavia, Lucio V. Mansilla, Mariano Moreno (h), Soler, Argerich y Alsina, entre otros, que contribuyeron a forjar los cimientos de nuestra Nación.

En su larga trayectoria ha cumplido con la tarea de formar Oficiales de la Marina Mercante que se han desempeñado a bordo de los Buques Mercantes que realizan efectivamente el Comercio Exterior de la República Argentina.

Claro que al Rey de España no le gusto mucho esto, y por otro lado la puja que existía con Montevideo el cual era el principal puerto del Virreinato y luchaba por su cierre, por lo que  la Escuela de Náutica fue cerrada, por Real Orden de 15 de septiembre de 1806.

En mayo de 1818, Antonio Castellini (piloto de altura), solicita autorización al gobierno de Buenos Aires para abrir una Escuela de Náutica, para formar pilotos capaces para conducir una nave a cualquier parte del mundo. Pueyrredón (Director Supremo) autoriza la creación de esa escuela, la que se creó en el Consulado. Abrió sus puertas el 1º de febrero de 1819.

La "Escuela Nacional de Pilotos", nació el 12 de julio de 1895, bajo la presidencia del presidente José Evaristo de Uriburu. El 16 de enero de 1896 el Poder ejecutivo nacional da por aprobado el reglamento y el Plan de Estudios. El 19 de marzo de 1896 se inician los cursos en un local provisorio, cedido por Educación. El 1º de julio de 1900, paso a depender del Ministerio de Marina, comenzando la última etapa histórica de la institución.

El 5 de agosto de 1927 (después de varios asentamientos), se inicia la construcción del edificio y fue inaugurado el 8 de abril de 1946, y hasta la fecha permanece, tras un fugaz paso por la tristemente célebre Escuela de Mecánica de la Armada.

Escuela Nacional de Náutica Manuel Belgrano

https://santostefanocarlosalberto.blogspot.com.ar

domingo, 20 de noviembre de 2022

La Vuelta de Obligado



La historia la cuentan los que ganan, después hay otra historia

Bandera de Corrientes




Con la expansión del libre comercio, nacieron nuevas naciones. Prosperaron ciudades puerto antes postergadas. Desde Boston al Río de la Plata, las colonias americanas comenzaron a rebelarse contra las metrópolis por la libertad de comerciar y el fin del abuso impositivo.

Las grandes distancias de la geografía sudamericana, convirtieron a los ríos navegables en la principal vía de transporte. Por los ríos floreció el comercio. La navegación de los mercaderes trajo prosperidad a los pueblos de orilla.


El comercio también era sinónimo de recaudación. El 90% de la recaudación del fisco de Buenos Aires, por ejemplo, venía de su aduana. De los impuestos al comercio exterior. Más comercio, significaba más recaudación, y ello, más riqueza y poder al Estado recaudador.


Las tarifas de la aduana de Buenos Aires se votaban en su legislatura sin darle representación a las demás provincias. Rosas no rendía cuenta de los gastos. Los fondos recaudados no volvían a las provincias.


Buenos Aires se enriquecía con el régimen de manera desproporcionada.


Corrientes protestó. Buscó que se convocara a un congreso nacional constituyente sin éxito. En 1838, la provincia habilitó sus puertos para que atraquen barcos extranjeros. La decisión precipitó el enfrentamiento. En 1839, el gobernador Berón de Astrada declaró la guerra a Rosas.


Escribió Mitre “Ni una sola voz contestó del Plata a los Andes a ese grito valeroso de redención” Corrientes se paró sola frente a las hordas de Rosas para ganarse el título que le daría Echeverría de “Primer Pueblo de la República”, y el de Borges de:“lugar donde está la Patria”


Vencida la provincia en Pago Largo, Rosas prohibió que buques extranjeros atraquen en los puertos de Corrientes. El castigo fue la salvajería de degüellos, asesinatos, violaciones y saqueos. Pero Corrientes no se rindió. De la barbarie nació una gesta de 5 campañas militares.


En 1845 un convoy de barcos mercantes partió de Montevideo rumbo a Corrientes y Asunción. En la Vuelta de Obligado intentaron evitar que cruce para que no comercie río arriba sin pasar por Buenos Aires. Las cadenas no fueron puestas contra el “invasor” y sí contra el litoral.


De enero a junio de 1846, el convoy estuvo fondeado en el Paraná. Integrado por 100 barcos de diversas nacionalidades. Los mercaderes del mundo comerciaron con los puertos de Corrientes. Su permanencia fue pacífica. No invadieron ni saquearon. Más bien enriquecieron la provincia.


El comercio incrementó enormemente las rentas públicas de Corrientes. Manuel Florencio Mantilla nos cuenta que las rentas de la provincia en el año 1843 fueron 74.626 y en 1844 de 53.931 pesos. Únicamente con dicho intercambio comercial, la provincia recaudó en impuestos aduaneros 141.800 pesos.


El manifiesto de cargamento nos muestra que el convoy estaba integrado por 100 barcos mercantes de diversas nacionalidades: 42 argentinos, 40 orientales, 1 paraguayo, 8 norteamericanos, 5 franceses, 2 ingleses, 1 dinamarqués y 1 hamburgués. El mundo representado por 58 barcos.


El capitán inglés, Charles Hotham, se pronunció como “amante de la causa”. Frente a Esquina escribió a José Joaquín Gregorio Madariaga, gobernador de Corrientes, respaldando su política de asegurar la libre navegación del río Paraná para el comercio del mundo. Pero Madariaga entonces resistía solo.


El comercio  que guiara a la Revolución de Mayo en Buenos Aires pasó a ser bandera del pueblo correntino y Buenos Aires, convertida en metrópoli, se halló defendiendo el mismo proteccionismo colonial que combatiera en los albores de la emancipación.


Alberdi cuenta que la recaudación de Buenos Aires durante los años en que Rosas cerró los ríos se duplicó favoreciendo su crecimiento respecto a las demás provincias. En 1851, Buenos Aires se quedó con 2/3 de toda las rentas nacionales con menos de 1/3 de la población nacional.


La desproporción de la recaudación condujo al despilfarro del gasto público.

Es lícito preguntarse quién en realidad buscaba el botín de guerra: los comerciantes del mundo escoltados por los buques anglo-franceses o el monopolio de Rosas? Quién era el aliado del litoral: Rosas empobreciéndolo o el convoy enriqueciéndolo? Fueron invasores o libertadores?



En agosto de 1846 se firmó el Tratado de Alcaraz, entre el gobernador de Corrientes Joaquín Madariaga y el gobernador de Entre Ríos Justo José de Urquiza, el cual concretó la paz entre Corrientes y la Confederación Argentina. La provincia volvería a integrar la Confederación pero sin aceptar el art. 2 del Pacto Federal de 1831 respecto a las diferencias con Gran Bretaña 🇬🇧, Francia 🇫🇷 y Uruguay 🇺🇾.


Joaquin Madariaga murió exiliado en Brasil sin ver la victoria en Caseros. Dejó como parte de su legado una ciudad a la que bautizó como el Paso de los Libres cuando volvió del exilio para libertar la provincia y la República. El lugar por donde pasaron los hombres libres.


Leer escuchando a Ernesto Montiel: General Madariaga

https://youtu.be/rKSmyKRGdNs


Fuente : Don Robustiano

Testamento del general José de San Martín

Testamento del padre de la la patria, libertador General José de San Martín.


José de San Martín (23 de Enero de 1844).

En el nombre de Dios Todo Poderoso a quien reconozco como hacedor del Universo: Digo yo José de San Martín, Generalísimo de la República del Perú y Fundador de su libertad, Capitán General de la de Chile, y Brigadier General de la Confederación Argentina, que visto el mal estado de mi salud, declaro por el presente Testamento lo siguiente:

Primero, dejo por mi absoluta Heredera de mis bienes, habidos y por haber a mi única hija Mercedes de San Martín actualmente casada con Mariano Balcarce.
Segundo. Es mi expresa voluntad que mi hija suministre a mi hermana María Elena, una pensión de mil Francos anuales, y a su fallecimiento, se continúe pagando a su hija Petronila, una de 250 hasta su muerte, sin que para asegurar este don que hago a mi hermana y sobrina, sea necesaria otra hipoteca que la confianza que me asiste de que mi hija y sus herederos cumplirán religiosamente esta mi voluntad.
Tercero. El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sud, le será entregado al Genera! de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción, que como Argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla.
Cuarto. Prohibo el que se me haga ningún género de Funeral, y desde el lugar en que falleciere, se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento, pero sí desearía, el que mi corazón fuese depositado en el de Buenos Aires».
Quinto. Declaro no deber ni haber jamás debido nada a nadie.
Sexto. Aunque, es verdad que todos mi anhelos no han tenido otro objeto que el bien de mi hija amada, debo confesar que la honrada conducta de ésta, y el constante cariño y esmero que siempre me ha manifestado, han recompensado con usura, todos mis esmeros haciendo mi vejez feliz. Yo le ruego continúe con el mismo cuidado y contracción la educación de sus hijas (a las que abrazo con todo mi corazón) si es que a su vez quiere tener la misma feliz suerte que yo he tenido; igual encargo hago a su esposo, cuya honradez y hombría de bien no ha desmentido la opinión que había formado de él, lo que me garantiza continuará haciendo la felicidad de mi hija y nietas.
Séptimo. Todo otro Testamento o Disposición anterior al presente queda nulo y sin ningún valor.

Hecho en París a veintitrés de Enero del año mil ochocientos cuarenta y cuatro, y escrito todo él de mi puño y letra – JOSÉ DE SAN MARTIN

Artículo adicional. Es mi voluntad que el Estandarte que el bravo Español Don Francisco Pizarro tremoló en la Conquista del Perú sea devuelto a esta República (a pesar de ser una propiedad mía) siempre que sus Gobiernos hayan realizado las recompensas y honores con que me honró su primer Congreso.

JOSE DE SAN MARTÍN





Publico este artículo por leer que el general San Martín dona su sable al general Rosas por la batalla de la Vuelta de Obligado, siendo esteárico batalla posterior a la donación.